Nivel de Amor: 2/5
Trama: 4/5
Cómo está escrito: 4/5
Cómo está escrito: 4/5
Personajes: 4/5
Escritura: 4/5
Historia: 4/5
Valoración General: 4,5/5
Historia: 4/5
Valoración General: 4,5/5
Año 1464. La interminable Guerra de las Dos Rosas, desangran Inglaterra, la rosa blanca y la rosa roja siguen su interminable lucha por el poder y porsupuesto por el trono. El apuesto y joven duque de York, Eduardo IV, se ha proclamado rey de Inglaterra, a sus 22 años ha cometido un error que pocos podrán perdonar, se ha casado en el mayor de los secretos con una plebeya de ascendencia noble Isabel Woodville, cinco años mayor que él y madre de dos hijos. De nada han servido los múltiples intentos de sus consejeros, sobre todo el empeño de Ricardo Neville, Lord Warwick de casar al jove rey con una princesa francesa para establecer alianza con el país galo, "el Hacedor de Reyes" se ha quedado sin rey al que controlar y con una reina a la que odia de todo corazón. El amor que siente Eduardo, por su bella y adorada esposa, hacen que está tome casi por completo el trono de Inglaterra y haga y desaga matrimonios entre sus hermanas y los nobles del reino. Isabel, es hermosa, valiente, y orgullosa pero sobre todo es ambiciosa, algo que pocos verán con buenos ojos y tanto ella como su madre pronto serán acusadas de brujería, por aquellos que más las odian, a ella y al débil rey que tiene por marido, pero Isabel no está dispuesta a darse por vencida, se aferrara al trono y a su matrimonio con uñas y dientes, no solo por su bien sino también por el de su marido y el de su hijos. Pero también hay otros que quieren acceder al trono, entre ellos los hermanos del rey, los otros duques de York, Ricardo y Jorge, y otras mujeres entre ellas una Lancaster que desea el trono para su hijo el futuro rey Enrique Tudor, y Anna Neville que también desea el suyo para su propio vástago, todos ellos no se dejarán intimidar por Isabel y mucho menos por Eduardo al que consideran un bastardo. ¿Quién se quedará con el ansiado trono real?¿ Lancaster o York?.
Otro gran libro de la maestra de la novela histórica Philippa Gregory, y dijo maestra por que si hay alguien que narra hechos históricos de una manera tan amena y sencilla, que te hace meterte dentro de la historia esa es ella. Si en anteriores novelas Philippa nos introducia de lleno en el mundo de Los Tudor y sus aventuras y desventuras, está vez se adelanta en el tiempo y nos lleva al siglo XV y más concretamente a la Guerra de las Dos Rosas, una epóca de conflictos, guerras por el poder y derramaniento de sangre. Pero está novela no solo habla de sufrimiento y guerra, sino también nos deleita con una preciosa historia de amor, la que unió a Isabel Woodville con el rey Eduardo IV, Isabel no solo fue la primera plebeya en sentarse en el trono, sino que también su matrimonio, con un príncipe de York, fue por amor y no por simple politica o alianzas. En conclusión un libro que te engancha desde la primera hasta la última de sus páginas, narrado en primera persona desde la prespectiva de Isabel, la novela pese a sus casi 500 páginas es como ya he dicho amena y sencilla de leer, pero sobre todo es apasionante. No he podido encontrar ninguna pega, salvo que hay alguna parte del libro, mejor dicho alguna que otra hojita suelta por ahi, que si puede hacerse aburrida, por el lio de nombres, guerras etc. Por cierto la BBC ha adaptado la novela y ya lo podéis encontra la serie aquí: The White Queen (2013). Eso si en inglés pero no os asusteis que está subtitulada.Os recomiendo que leais la novela antes de ver la serie, ya que hay cosas, pese a que es una buena adaptación, no como La Otra Bolena, que la destrozaron, pero hay cosas que cambian respecto al libro. Yo os recomiendo que disfruteis de ambas, y ya me contareis.
Un poco de historia: La Guerra de las Dos Rosas, Isabel Woodville y Eduardo IV
Un poco de historia: La Guerra de las Dos Rosas, Isabel Woodville y Eduardo IV
La Guerra de las Dos Rosas fue una guerra civil que enfrentó intermitentemente a los miembros y partidarios de la Casa de Lancaster contra los de la Casa de York entre 1455 y 1485. Ambas familias pretendían el trono de Inglaterra, por origen común en la Casa de Plantagenet, como descendientes del rey Eduardo III.El nombre «Guerra de las dos Rosas» o «Guerra de las Rosas», en alusión a los emblemas de ambas casas, la rosa blanca de York y la roja de Lancaster, fue producto del Romanticismo.La guerra se dio principalmente entre los miembros de la aristocracia terrateniente y ejércitos de los señores feudales. El apoyo a cada uno de los bandos dependió en gran medida de los matrimonios dinásticos entre la nobleza. El patriarca de la casa de Lancaster, Juan de Gante tuvo como primer título el de Conde de Richmond, el mismo que detentaría Enrique VII al final de la guerra. El líder de la casa de York fue Edmundo de Langley, que ostentaba el Señorío de Cambridge. Más tarde, durante los reinados de los Tudor y de los Estuardo, Richmondshire y Cambridgeshire se transformarían en focos principales de recusantes y puritanos, respectivamente. Cabe destacar que la pelea entre las facciones se prolongó más allá de la época de Enrique, ya que los monarcas que le siguieron impulsaron la continuidad de los enfrentamientos.La Guerra de las Dos Rosas provocó la extinción de los Plantagenet y debilitó enormemente las filas de la nobleza, además de generar gran descontento social. Este período marcó el declive de la influencia inglesa en el continente europeo, el debilitamiento de los poderes feudales de los nobles y, en contrapartida, el aumento de influencia por parte de los comerciantes, y el crecimiento y fortalecimiento de una monarquía centralizada bajo los Tudor. Esta guerra señala el fin de la Edad Media inglesa y el comienzo del renacimiento.El antagonismo entre ambas casas comenzó con el derrocamiento y asesinato del rey Ricardo II, en 1399, a manos de su primo Enrique Bolingbroke, duque de Lancaster. Enrique era el cuarto hijo de Juan de Gante, quien a su vez era el tercer hijo de Eduardo III: sus expectativas de llegar al trono eran escasas. De acuerdo a la ley de sucesión inglesa y a los precedentes sentados por la tradición, la corona debía recaer en los descendientes masculinos de Leonel de Amberes, segundo hijo superviviente de Eduardo III. De hecho, Ricardo II había designado heredero presunto de la corona al nieto de Leonel, Roger Mortimer. Sin embargo, se toleró la situación exclusivamente porque el gobierno de Ricardo II había sido extremadamente impopular. Por esta causa, el Parlamento lo declaró rey de Inglaterra y asumió la corona con el nombre de Enrique IV.A la muerte de Bolingbroke, el 20 de marzo de 1413, asumió la corona su hijo Enrique V, quien era un gran soldado. Sus logros militares contra Francia durante la Guerra de los cien años le habían granjeado enorme popularidad, permitiendo afianzar el control de los Lancaster sobre el trono. Durante su corto reinado, Enrique V debió sofocar una revuelta liderada por el nieto de Eduardo III, Ricardo, Conde de Cambridge. Una vez desarticulado el Complot de Southampton (nombre que designa aquella revuelta), Ricardo fue ejecutado, el 5 de agosto de 1415, al inicio de la campaña que llevaría a la victoria en la Batalla de Azincourt. No obstante, la esposa de Ricardo, Ana Mortimer, adujo tener también derechos sobre la corona, ya que era hija de Roger Mortimer y, por tanto, descendiente de Leonel de Amberes. Enrique V murió en 1422, y Ricardo, duque de York, conde de Cambridge e hijo de Ana Mortimer, se propuso desafiar al nuevo rey, el débil Enrique VI.El rey Enrique VI de Lancaster estaba rodeado de un cúmulo de regentes y consejeros impopulares. Los más notables de ellos fueron Edmundo de Beaufort, duque de Somerset, y Guillermo de la Pole, duque de Suffolk, a quienes se acusó de ser incapaces de manejar el gobierno y de concluir la guerra contra Francia. Durante el gobierno de Enrique VI se perdieron virtualmente todas las posesiones inglesas en el continente, incluidas las tierras ganadas por Enrique V. Enrique VI comenzó a ser percibido como un rey débil e inhábil. Para mayores males, éste sufrió por entonces una serie de episodios embarazosos causados por una enfermedad mental emergente. Hacia mediados de la década de 1450, muchos consideraban a Enrique incapaz de gobernar. La legalidad de la corta línea de reyes Lancaster pasó a estar plagada de dudas, y la Casa de York fortaleció su pretensión sobre la corona. El creciente descontento civil, sumado a la multiplicación de nobles con ejércitos privados y a la incapacidad y corrupción de la corte de Enrique VI, formaron el clima político ideal para la guerra civil.Cuando, en 1453, el rey padeció un primer episodio grave, producto de su enfermedad mental, se estableció un Consejo de Regencia encabezado por el Lord Protector, el poderoso y popular Ricardo Plantagenet, Duque de York y líder de su Casa. Ricardo empezó de inmediato a pugnar audazmente por su pretensión al trono, encarcelando a Somerset, y apoyando a sus aliados Salisbury y Warwick en conflictos menores contra los adherentes a la causa de Enrique, especialmente los Condes de Northumberland. Sin embargo, la recuperación de Enrique, en 1455, frustró las ambiciones de Ricardo, quien fue despedido rápidamente de la corte por la esposa del rey, Margarita de Anjou. La incapacidad manifiesta de liderazgo de Enrique se tradujo en el fortalecimiento de la cada vez más poderosa reina Margarita, quien se convirtió en la máxima figura de la Casa de Lancaster. Ella conformó una alianza de varios nobles contra Ricardo, con el fin de reducir su influencia. La creciente frustración de Ricardo y la agresividad de la reina derivaron finalmente en acciones armadas, dando lugar a la Primera Batalla de San Albano.Pese a que los enfrentamientos armados habían estallado ya en el período anterior, entre los adherentes del rey Enrique y los seguidores de Ricardo, Duque de York, fue durante los años 1455 y 1489 cuando se desarrollaron las principales acciones armadas de la Guerra de las Dos Rosas.El 22 de mayo de 1455, mientras el Duque de York dirigía una pequeña fuerza hacia Londres, fue enfrentado por las tropas leales de Enrique en el poblado de San Albano (St. Albans). Este primer combate abierto de la guerra, pese a ser de escala reducida, se fundó en la intención de Ricardo de eliminar de la corte a los “malos consejeros” del rey. El resultado fue la derrota de las fuerzas de Lancaster, muriendo en acción varios de sus líderes, entre ellos Somerset. York y sus aliados reconquistaron sus posiciones de influencia. Por un tiempo, ambos bandos se sintieron impresionados por haber llegado al campo de batalla, y realizaron sus mejores esfuerzos para alcanzar la reconciliación. Sin embargo, el rey volvió a sufrir un ataque de demencia, designándose a York como Lord Protector y a la reina Margarita como encargada de cuidado del monarca, una posición secundaria y al margen del poder.Después de la Primera Batalla de San Albano, el compromiso adquirido por las partes en 1455 llegó a alcanzar cierto éxito, con York a la cabeza del Consejo hasta la recuperación de Enrique. Pese a esto, los problemas generados por el conflicto emergieron de nuevo, en especial el asunto de si correspondía a Ricardo o a Eduardo de Westminster (hijo de Enrique VI y Margarita) la sucesión de la corona. La primera alternativa era inaceptable para Margarita, quien rechazó cualquier solución que significara el desheredamiento de su hijo, dejando en claro que toleraría esa situación tanto como durara la supremacía militar del Duque de York. Enrique se recuperó en el interior del país en 1456, pero la reina no le permitió regresar a Londres. Por lo menos en el interior del reino contaban con alta popularidad, no así en la capital, donde los mercaderes estaban descontentos por la caída en los mercados y el amplio desorden. Por estas razones, la corte del rey se estableció en la ciudad de Coventry, donde el nuevo Duque de Somerset, Enrique Beaufort, ascendía en popularidad llenando los zapatos vacíos de su padre. La reina consiguió convencer a su esposo de la importancia de desconocer los nombramientos y arreglos hechos por York, y le ordenó regresar a su posición en Irlanda. Los disturbios aumentaron y se sucedieron en la capital y por toda la costa sur, pero el rey se mantuvo en sus cuarteles reforzando sus posiciones. La reina estableció la conscripción obligatoria por primera vez en Inglaterra, realizando levas para sus ejércitos. Mientras tanto, la popularidad de Ricardo Neville, Conde de Warwick y aliado de York crecía sin pausa, emergiendo como el campeón de las clases mercantiles.Ante tal situación, York decidió regresar a Inglaterra, retomándose las hostilidades el 23 de septiembre de 1459 en la Batalla de Blore Heath en Staffordshire. Esta acción significó el fracaso del gran ejército de Lancaster en evitar que la fuerza de los York dirigida por Lord Salisbury, proveniente del Castillo de Middleham en Yorkshire, se reuniera con las tropas acuarteladas en el Castillo de Ludlow. Sin embargo, la guerra continuó con un triunfo de los Lancaster en la Batalla del Puente de Ludford, que forzó la huida hacia Calais de Eduardo, el hijo mayor de York (y posterior rey Eduardo IV de Inglaterra), Salisbury y Warwick. Los Lancaster recuperaron el control total, nombrando a Somerset gobernador de Calais. Sus intentos de derrotar a Warwick fueron fácilmente truncados. Entre 1459 y 1460, los seguidores de York acosaron, desde Calais, distintos puntos de la costa inglesa, acrecentando la sensación de caos y desorden.Para 1460, Warwick y sus seguidores estaban listos para iniciar la invasión de la isla, estableciéndose en Kent y en Londres, donde encontraron mucho apoyo. Enrique dirigió un ejército hacia el sur, mientras Margarita se quedó en el norte con el Príncipe Eduardo. El 10 de julio de 1460, las fuerzas se encontraron en la Batalla de Northampton, que probó ser un completo desastre para los Lancaster. El ejército de York, dirigido por Ricardo Neville, ayudado por la traición entre los dirigentes Lancaster, logró capturar al rey Enrique VI, llevándolo prisionero a Londres.Después de sus logros militares, York, basándose en la ilegitimidad de la línea sucesora de los Lancaster, se decidió a reclamar el trono. Desembarcó en el norte de Gales, desde donde se dirigió junto con su esposa Cecilia a Londres, donde ambos fueron recibidos con el ceremonial reservado a los monarcas. El Parlamento estaba reunido y Ricardo esperaba que se le concediera directamente la corona, tal como habían hecho en 1399 con Enrique IV. En vez de ello encontró un silencio sepulcral. Al anunciar su pretensión a la corona, los lores, incluidos Warwick y Salisbury, estaban asombrados con sus intenciones. No había ánimo entre ellos para destronar al rey Enrique, sino que se limitaron a sus esfuerzos originales, expulsando a los malos consejeros.Al día siguiente, York apoyó su reclamación con detallados esquemas genealógicos, basado en su descendencia de Leonel de Amberes, siendo comprendido de mejor manera. El Parlamentó accedió a considerar la materia, y finalmente decidió que la reclamación de Ricardo era mejor, al mismo tiempo que, por una mayoría de cinco, decidía mantener en el trono a Enrique. En octubre se llegó a un compromiso que se conoció como el Acta de Acuerdo de 1460, que por un lado reconocía el derecho de los York y por otro lo declaraba sucesor de Enrique, desheredando al príncipe Eduardo de seis años. York tuvo que aceptar este acuerdo como la mejor oferta que tenía para elegir, teniendo presente que al mismo tiempo era designado nuevamente Lord Protector, lo que le permitía gobernar en nombre de Eduardo. En cualquier caso, el acuerdo era inaceptable para los Lancaster, que se reunieron bajo la égida de la reina Margarita y el Príncipe Eduardo, formando un gran ejército en el norte del reino.El Duque de York dejó Londres bajo el mando de Lord Salisbury a finales de aquel año, con el fin de consolidar sus posiciones en el norte contra el ejército de la reina Margarita, que se encontraba estacionado en los alrededores de la ciudad de York. Ricardo estableció posiciones defensivas alrededor del Castillo de Sandal, cerca de Wakefield, para la navidad de 1460. Pese a que el ejército de Lancaster superaba en dos a uno al de Ricardo, el duque de York ordenó a sus fuerzas entrar en batalla el 30 de diciembre en la Batalla de Wakefield. El ejército de York fue completamente devastado por las fuerzas de la reina en la más desastrosa de las batallas para la causa de la rosa blanca. Ricardo, Duque de York y Lord Protector del Reino, fue muerto en batalla, mientras que Salisbury y Edmundo, el hijo de 17 años de York, eran tomados prisioneros y decapitados. Sus cabezas fueron empaladas en la puerta de la ciudad de York.El Duque de York dejó Londres bajo el mando de Lord Salisbury a finales de aquel año, con el fin de consolidar sus posiciones en el norte contra el ejército de la reina Margarita, que se encontraba estacionado en los alrededores de la ciudad de York. Ricardo estableció posiciones defensivas alrededor del Castillo de Sandal, cerca de Wakefield, para la navidad de 1460. Pese a que el ejército de Lancaster superaba en dos a uno al de Ricardo, el duque de York ordenó a sus fuerzas entrar en batalla el 30 de diciembre en la Batalla de Wakefield. El ejército de York fue completamente devastado por las fuerzas de la reina en la más desastrosa de las batallas para la causa de la rosa blanca. Ricardo, Duque de York y Lord Protector del Reino, fue muerto en batalla, mientras que Salisbury y Edmundo, el hijo de 17 años de York, eran tomados prisioneros y decapitados. Sus cabezas fueron empaladas en la puerta de la ciudad de York.Mientras esto sucedía en el norte, Eduardo se enfrentaba con el ejército de Jasper Tudor, conde de Pembroke que llegaba de Gales en la Batalla del Cruce de Mortimer en Herefordshire. Inspiró a sus soldados con una supuesta visión de tres soles al atardecer (fenómeno conocido como “parhelio”) que representaban a los tres supervivientes de la Casa de York: él y sus hermanos Jorge y Ricardo. La victoria y esta visión provocaron la adopción del sol en su esplendor como emblema personal.En esos momentos, la reina Margarita se trasladó hacia el sur de Inglaterra, causando grandes estragos en aquella rica región por medio del pillaje hecho por sus tropas. Mientras tanto, en Londres Warwick utilizaba estos hechos como propaganda para reforzar su posición en el sur, logrando que ciudades como Coventry se cambiaran de bando, uniéndose a los York. Pese a esto no logró levantar una gran fuerza, lo que le valió ser sorprendido el 17 de febrero de 1461 en los alrededores de San Albano. Sin el apoyo del ejército de Eduardo, la Segunda Batalla de San Albano significó la más decisiva derrota para las fuerzas de York. Sorprendidos y derrotados, dejaron abandonado al rey Enrique VI, que fue hallado debajo de un árbol. Enrique armó caballeros a treinta miembros de las fuerzas de Lancaster al atardecer. Producto de la gran victoria, y mientras las tropas del rey Enrique se dirigían al sur, un gran pánico y temor se apoderó de Londres, al llegar rumores de la intención de saquear la ciudad. El pueblo decidió cerrar las puertas de la ciudad y se negó a entregar provisiones al ejército de la reina, que ya se encontraba saqueando los condados vecinos de Hertfordshire y Middlesex.Eduardo había avanzado por el oeste hasta los alrededores de Londres, donde reunió sus fuerzas con las de Warwick. Al coincidir con la retirada de la reina Margarita al norte, hacia la ciudad de Dunstable, Eduardo y Warwick pudieron entrar a Londres con su ejército, donde fueron aclamados y recibidos con entusiasmo, dinero y provisiones por parte de la más grande ciudad “yorkista”. Con su padre y hermano muertos en batalla, la guerra se había convertido a esas alturas en una pelea por la mismísima corona, ya que Eduardo de York no podía argumentar que quería separar al rey de sus “malos consejeros”. La necesidad de autoridad por Eduardo se vio resuelta cuando el obispo de Londres le preguntó su parecer al pueblo, que respondió con gritos y hurras al “Rey Eduardo”. El Parlamentó no hizo sino confirmar la opinión popular, logrando coronarlo en una precipitada ceremonia en la Abadía de Westminster entre escenas de júbilo.Así Warwick y York habían capturado la ciudad de Londres, pese a que Eduardo hizo votos de no tener una coronación formal mientras Enrique y Margarita no hubieran sido ejecutados o exiliados. También anunció que Enrique había violado el Acta de Acuerdo al permitir que su esposa levantara ejércitos contra los herederos al trono. Por tanto, el argumento legal pasó a ser que la victoria de Eduardo no era más que su restauración en sus legítimos derechos, de manera que Enrique y los Lancaster no habían sino usurpado sus poderes.Una vez consolidada la situación en la capital, York y Warwick se dirigieron al norte, levantando un gran ejército. Sus fuerzas se toparon con el también gran ejército de la reina en el pueblo de Towton. La Batalla de Towton se convirtió en la más grande y sangrienta de la Guerra de las Dos Rosas. Ambas partes habían acordado de antemano que todos los problemas se decidirían finalmente ese día, peleando sin pedir ni dar cuartel. Se estima que entre 40.000 y 80.000 hombres tomaron parte en el enfrentamiento, con una cifra cercana a los 20.000 muertos durante (y después) del combate: un número extremadamente alto para la época, considerado el máximo derramamiento de sangre en un solo día en el Reino Unido. El nuevo rey y su ejército ganaron esta batalla decisiva. Mientras los Lancaster eran diezmados, con la mayoría de sus líderes muertos, Enrique y Margarita, en compañía de su hijo Eduardo, esperaban en York las noticias de la batalla. Apenas se enteraron del macabro resultado, decidieron huir al norte. Muchos de los lores que apoyaban la causa de Lancaster cambiaron de bando ese día, apoyando al rey Eduardo. Los que no lo hicieron fueron perseguidos hacia el norte, donde se refugiaron en unos pocos castillos, al igual que en el País de Gales. Eduardo se dirigió hacia la ciudad de York con el fin de conquistarla, enfrentándose a las cabezas cortadas de su padre, su hermano y Salisbury. Éstas fueron rápidamente remplazadas por las de destacados líderes de la Casa de Lancaster, entre los que se contaba al famoso Lord Clifford de Skimpton-Craven, quien ordenó la ejecución del hermano de Eduardo, Edmundo, después de la Batalla de Wakefield.Eduardo había avanzado por el oeste hasta los alrededores de Londres, donde reunió sus fuerzas con las de Warwick. Al coincidir con la retirada de la reina Margarita al norte, hacia la ciudad de Dunstable, Eduardo y Warwick pudieron entrar a Londres con su ejército, donde fueron aclamados y recibidos con entusiasmo, dinero y provisiones por parte de la más grande ciudad “yorkista”. Con su padre y hermano muertos en batalla, la guerra se había convertido a esas alturas en una pelea por la mismísima corona, ya que Eduardo de York no podía argumentar que quería separar al rey de sus “malos consejeros”. La necesidad de autoridad por Eduardo se vio resuelta cuando el obispo de Londres le preguntó su parecer al pueblo, que respondió con gritos y hurras al “Rey Eduardo”. El Parlamentó no hizo sino confirmar la opinión popular, logrando coronarlo en una precipitada ceremonia en la Abadía de Westminster entre escenas de júbilo.Así Warwick y York habían capturado la ciudad de Londres, pese a que Eduardo hizo votos de no tener una coronación formal mientras Enrique y Margarita no hubieran sido ejecutados o exiliados. También anunció que Enrique había violado el Acta de Acuerdo al permitir que su esposa levantara ejércitos contra los herederos al trono. Por tanto, el argumento legal pasó a ser que la victoria de Eduardo no era más que su restauración en sus legítimos derechos, de manera que Enrique y los Lancaster no habían sino usurpado sus poderes.Una vez consolidada la situación en la capital, York y Warwick se dirigieron al norte, levantando un gran ejército. Sus fuerzas se toparon con el también gran ejército de la reina en el pueblo de Towton. La Batalla de Towton se convirtió en la más grande y sangrienta de la Guerra de las Dos Rosas. Ambas partes habían acordado de antemano que todos los problemas se decidirían finalmente ese día, peleando sin pedir ni dar cuartel. Se estima que entre 40.000 y 80.000 hombres tomaron parte en el enfrentamiento, con una cifra cercana a los 20.000 muertos durante (y después) del combate: un número extremadamente alto para la época, considerado el máximo derramamiento de sangre en un solo día en el Reino Unido. El nuevo rey y su ejército ganaron esta batalla decisiva. Mientras los Lancaster eran diezmados, con la mayoría de sus líderes muertos, Enrique y Margarita, en compañía de su hijo Eduardo, esperaban en York las noticias de la batalla. Apenas se enteraron del macabro resultado, decidieron huir al norte. Muchos de los lores que apoyaban la causa de Lancaster cambiaron de bando ese día, apoyando al rey Eduardo. Los que no lo hicieron fueron perseguidos hacia el norte, donde se refugiaron en unos pocos castillos, al igual que en el País de Gales. Eduardo se dirigió hacia la ciudad de York con el fin de conquistarla, enfrentándose a las cabezas cortadas de su padre, su hermano y Salisbury. Éstas fueron rápidamente remplazadas por las de destacados líderes de la Casa de Lancaster, entre los que se contaba al famoso Lord Clifford de Skimpton-Craven, quien ordenó la ejecución del hermano de Eduardo, Edmundo, después de la Batalla de Wakefield.El período que comprenden los años 1467 y 1470 estuvo marcado por el rápido deterioro de la relación entre el rey Eduardo IV y su antiguo mentor, Ricardo Neville, Conde de Warwick “el hacedor de reyes”. Aunque fueron varios los motivos que llevaron al quiebre, la primera y principal razón fue la decisión de Eduardo de casarse en secreto con Isabel Woodville en 1464. El rey anunció este hecho como un “fait accompli”, destrozando los planes de Warwick de casarlo con una princesa francesa, con el fin de mejorar las relaciones con esa nación. Este desaguisado se convirtió en frustración, una vez que los Woodville remplazaron a los Neville como favoritos de la corte. De la misma forma, la decisión de apoyarse en Borgoña en vez de Francia, y la reticencia en aprobar el matrimonio de sus hermanos Jorge, Duque de Clarence, y Ricardo, Duque de Gloucester, con las hijas de Warwick contribuyeron al distanciamiento. Fuera de lo anterior, la popularidad de Eduardo se encontraba en franco retroceso, ya que los aumentos en los impuestos y los desórdenes y violaciones a la ley continuaban siendo el pan de cada día.Para 1469 Warwick había establecido una alianza con el celoso y traicionero hermano del rey, Jorge. Ambos levantaron un ejército que derrotó a las fuerzas del rey en la batalla de Edgecote Moor, logrando capturar a Eduardo, encerrándolo en el Castillo de Middleham en Yorkshire. Warwick jugó sus cartas rápidamente, ordenando la ejecución del suegro del rey, Ricardo Woodville. Forzó a Eduardo a convocar un parlamento en York, en el que planeaba lograr la declaración de ilegitimidad de Eduardo, de manera que la corona pasara a su hermano Jorge como heredero aparente. Sin embargo el reino era un caos, lo que permitió al rey demandar la lealtad de su hermano Ricardo y de la mayoría de los nobles, de manera que el Duque de Gloucester llegó a la cabeza de un gran ejército, logrando liberar a Eduardo IV.Los conjurados fueron declarados traidores y forzados a exiliarse en Francia, donde Jorge contrajo matrimonio en secreto con una de las hijas de Warwick, Isabel Neville, en 1469. Entonces, Warwick y Clarence provocaron la rebelión del noble Robin de Redesdale en Yorkshire en contra del rey Eduardo, forzando a éste a acudir a sofocarla, situación que fue aprovechada por Warwick y Clarence para invadir por el sur Inglaterra. El rey fue hecho prisionero y su suegro (el padre de la reina consorte Isabel Woodville, Ricardo Woodville, convertido hacía tiempo en tesorero real) y el hijo de éste, Juan Woodville, fueron ejecutados. Warwick, entonces, liberó al rey Eduardo creyendo volver a tener influencia sobre él, pero éste aprovechó una rebelión en Lincolnshire para levantarse en armas, acusando a Warwick de complicidad con dicha rebelión. Warwick huyó con Clarence de nuevo a Francia.En 1470, Luis XI se encontraba bajo una gran presión por parte de la exiliada reina Margarita de Anjou, para que lo ayudara a invadir Inglaterra y reconquistar y liberar a su cautivo esposo. Fue el rey Luis quien sugirió la posibilidad de una alianza entre Warwick y Margarita, una idea que a ninguno de los antiguos enemigos le gustaba. Pese a sus reticencias, ambos llegaron a darse cuenta del potencial de tal alianza, pese a los fines que perseguían cada uno. Margarita quería reclamar su reino y asegurar la sucesión de su hijo, mientras que Warwick esperaba poder mantener como un títere al rey, fuera Enrique, su hijo o Jorge de Clarence. En cualquier caso se comprometieron por medio de una alianza matrimonial entre el Príncipe de Gales Eduardo de Westminster y la hija de Warwick, Ana Neville. Con el pacto en vigor, Ricardo Neville (1428-1471), conde de Warwick, invadió Inglaterra en el otoño de 1470 con la ayuda de Jorge de Clarence.Esta invasión significó la derrota de Eduardo, que fue depuesto como rey y exiliado. Retornó la corona al hasta ese momento preso en la Torre de Londres, Enrique VI, como marioneta de Walwick, persona que realmente dirigía el poder en Inglaterra. Sin embargo, la restauración de los Lancaster en el trono no gustó a Jorge de Clarence (puesto que él era York), por lo que intentó aliarse con su hermano depuesto, Eduardo IV, consiguiéndolo en marzo de 1471, cuando Eduardo desembarcó con sus tropas en Ravenspur. Estas tropas provenían del ejército levantado por Eduardo con la ayuda de Carlos el Temerario, Duque de Borgoña, al ser obligado éste a hacerlo por el rey de Francia (traicionando a Warwick, pues Warwick quería invadir Borgoña junto con el rey francés). La alianza entre Eduardo y Jorge de Clarence derrotó a las tropas de Warwick en la Batalla de Barnet y destruyó a todas las fuerzas de Lancaster en la Batalla de Tewkesbury, dando muerte a Eduardo de Westminster, hijo de Enrique VI y heredero presunto de la corona. El mismo Enrique fue asesinado el 14 de mayo, con el fin de reforzar el bando de York en el trono.La restauración de Eduardo IV en el trono en 1471 ha sido considerada por algunos historiadores como el final de la Guerra de las Dos Rosas. La paz había sido restaurada por Eduardo, quien murió repentinamente en 1483. Esto marcó el inicio de un nuevo ciclo de desórdenes dinásticos. Bajo el reinado de Eduardo, las facciones se habían dividido entre los parientes de la reina, la familia Woodville (en particular Antonio Woodville y Thomas Grey, Marqués de Dorset), y quienes consideraban a esta familia como unos recién llegados, hambrientos de poder. El heredero al trono, Eduardo V, tenía entonces sólo doce años, y había sido criado y educado bajo el cuidado de Anthony Woodville. Esto significaba que estaban bajo una influencia insoportable para el partido anti-Woodville, quienes forzaron la designación de Ricardo, Duque de Gloucester y hermano de Eduardo IV como Lord Protector, convirtiéndose de facto en el líder de esta facción.Con la ayuda de William Hastings y de Henry Stafford, Gloucester capturó al joven rey de manos de los Woodville en Stony Stratford en Buckinghamshire. Lo encerró en la Torre de Londres bajo su cuidado, donde se le reunió su hermano Ricardo, Duque de York, de sólo nueve años. Mientras tanto, un clerigo alegó que el matrimonio entre Isabel Woodville y Eduardo había sido ilegal, ilegitimando a los dos niños de paso. El Parlamento accedió a emitir el “Titulus Regius” con el que Gloucester se convirtió en el rey Ricardo III de Inglaterra. Los dos niños encarcelados, conocidos como los “Príncipes de la Torre” desaparecieron y fueron posiblemente asesinados, aunque se discute por mano u orden de quién hasta el día de hoy, convirtiéndose en uno de los hechos históricos más controvertidos de Inglaterra. Nunca hubo ningún juicio ni encuesta legal acerca de la desaparición y muerte de los dos muchachos.Dado que Ricardo III era el mejor general del bando de York, muchos lo aceptaron ante la perspectiva de tener que manejar a dos niños por intermedio de un Consejo de Regencia. Los Lancaster por su lado, concentraron sus expectativas en Enrique Tudor, cuyo padre, Edmundo Tudor, Conde de Richmond, era hermano ilegítimo de Enrique VI. Sin embargo, la pretensión de Enrique al trono era por medio de su madre, Margarita Beaufort, una descendiente de Eduardo III por vía de John Beaufort, que era hijo de Juan de Gante, I duque de Lancaster, quien asu vez era hijo de Eduardo III de Inglaterra.En la Batalla de Bosworth, el 22 de agosto de 1485, las fuerzas de Enrique Tudor derrotaron a los ejércitos de Ricardo III, que murió durante la batalla, convirtiéndose así en el rey Enrique VII de Inglaterra. El novel rey fortaleció su posición casándose con la hija de Eduardo IV, Isabel de York, la mejor reclamante al trono de la Casa de York. Así reunió en su persona a las dos casas reales que con gran violencia habían combatido por el poder. Juntó la rosa roja de Lancaster con la rosa blanca de York, creando un nuevo emblema, la "Rosa Tudor". Para confirmar su preeminencia, Enrique ordenó matar a cualquier otro potencial pretendiente que cayera en sus manos, política que continuó su hijo Enrique VIII.Muchos historiadores consideran el acceso al trono de Enrique VII como el efectivo punto final del conflicto. Otros arguyen que la guerra como tal terminó finalmente en la Batalla de Storke el 16 de junio de 1487, cuando fuera de toda lógica se alzó la figura del último pretendiente masculino de la casa de York, Eduardo, Conde de Warwick e hijo de Jorge, Duque de Clarence, hermano de Eduardo IV. Sin embargo, para males de la causa, el joven se encontraba realmente bajo la custodia de Enrique, por lo que el niño (llamado Lamberto Simmel) demostró no ser más que un impostor. Sus fuerzas, dirigidas por Juan de la Pole, Conde de Lincoln (que había sido designado heredero presunto por Ricardo III, aunque se había reconciliado con Enrique después de Bosworth), quien murió en la batalla. El joven Simmel, por su parte, fue perdonado ya que se consideró que no había sido más que un instrumento de los adultos, y fue enviado a trabajar en las cocinas reales.
En la ficción
Cita
Cita
- Y aquí profetizo: que esta querella de hoy,
- que ha acrecido esta facción hasta el jardín del Temple
- enviará, tanto de la Rosa Roja como de la Rosa Blanca,
- millares de almas a la muerte y a la noche eterna
- De la obra Enrique VI de William Shakespeare.
Figuras clave
- Isabel (n. Palacio de Westminster, 11.2.1465 - m. Torre de Londres, 11.2.1503), que se casó con Enrique VII Tudor. Por este matrimonio terminó la Guerra de las Dos Rosas.
- Maria (n. Windsor, VIII.1466 - palacio de Westminster, m. 23.5.1482).
- Cecilia (n. palacio de Westminster, 20.3.1469 - m. abadía de Quarr, Isla de Wight, 24.8.1507), casada primero con John, vizconde Welles y luego con Tomas Kyme.
- Eduardo V (n. palacio de Westminster 4.11.1470 - m. asesinado, Torre de Londres, julio? 1483), sucesor de su padre en el trono.
- Margarita (n. palacio de Westminster, 10.4.1472 - m. palacio de Westminster, 11.12.1472).
- Ricardo (n. Shrewsbury, 17.8.1473 - m. asesinado, Torre de Londres, julio? 1483), duque de York , probablemente asesinado junto a su hermano. Se casó en 1478 -a los 6 años de edad-, con Ana Mowbray (n.1472 - m. 1481).
- Ana (n. palacio de Westminster, 2.11.1475 - m. Framlingham, Suffolk, 22.11.1511), casada con Tomas Howard, duque de Norfolk.
- Jorge (n. castillo de Windsor, III.1477 - m. castillo de Windsor, III.1479), duque de Bedford.
- Catalina (n. palacio de Eltham, 14.8.1479 - m. Tiverton, 15.11.1529), casada con Guillermo Courtenay, conde de Devon.
- Bridget (n. palacio de Eltham, 10.11.1480 - m. Dartford, 1517), que fue monja.
La unión entre Isabel y Eduardo IV dio diez hijos, incluidos dos varones que vivían al momento de la muerte repentina del rey, el 9 de abril de 1483. El mayor de los dos, Eduardo, había nacido en la abadía de Westminster en 1470, donde Isabel se había refugiado luego de la breve restauración en el trono de Enrique VI. Isabel se convirtió brevemente en la reina madre, hasta el 25 de junio de 1483, cuando su unión con el difunto monarca fue declarada nula por el Parlamento en el acto "Titulus Regius". La anulación se hizo bajo el argumento de que, previamente, Eduardo IV se había comprometido en matrimonio con Lady Leonor Talbot y de que existía un contrato nupcial firmado, valido ante la ley, en el que se le prohibía al monarca contraer otro matrimonio, pues se convertiría en bígamo. Esta información se dio a conocer cuando un sacerdote (posiblemente Roberto Stillington, obispo de Bath y de Wells), atestiguó que él había realizado la ceremonia.Con esta evidencia, todos los hijos que Isabel tuvo con Eduardo IV, incluyendo al joven rey Eduardo V, fueron declarados ilegítimos. Por esto, su cuñado, Ricardo III, aceptó la corona y mantuvo a los príncipes Eduardo V y Ricardo en la Torre de Londres, en donde los habían alojado para aguardar la coronación. El destino de los "Príncipes de la Torre" es desconocido. Isabel perdió el título de reina madre y le fue conferido el de Dama Isabel Grey. Ella y sus cinco hijas, temiendo por su seguridad, pidieron refugio para protegerse de los celosos cortesanos que estaban detrás de todo el caído clan de los Woodville.Isabel se hizo aliada de la casa de los Lancaster, en una conspiración. Prometió casar a su hija mayor, Isabel, con el pretendiente de esta familia al trono, Enrique Tudor (futuro Enrique VII), si él podía derrotar y deponer a Ricardo. Después de que Enrique accedió al trono, en 1485, la unión de Isabel Woodville con Eduardo IV fue declarada válida y sus hijos fueron legitimados nuevamente. El rey avaló esta legitimación porque quería que su esposa fuera la heredera de la casa de York y, de esta forma, tener un derecho aun más sólido al trono. Entonces, a Isabel le fue acordado el título de reina-viuda.Isabel murió el 8 de junio de 1492, a los 55 años de edad, en la Abadía de Bermondsey en Londres. Fue sepultada el día 12 de ese mes en la Capilla de San Jorge en el castillo de Windsor, al lado de su marido Eduardo IV.

Eduardo IV (n. Ruan, Normandía, 28 de abril de 1442 - Westminster, Londres, 9 de abril de 1483) fue Rey de Inglaterra desde el 4 de marzo de 1461 hasta el 31 de octubre de 1470, y luego nuevamente desde el 11 de abril de 1471 hasta su muerte.Segundo hijo (pero primogénito en la práctica, pues su hermano mayor, Enrique, murió al nacer en 1441) de Ricardo, duque de York y de Cecilia Neville. Fue el rey más importante de la familia de York, durante las guerras de las Dos Rosas.A la muerte de su padre en 1460, en la Batalla de Wakefield, reclamando sus derechos a la corona frente al rey de Lancáster, Enrique VI de Inglaterra, Eduardo se convierte en la cabecera de la familia de York, entrando en pugna con el rey Enrique VI por la sucesión del trono inglés, alegando derechos por ser también descendiente del rey Eduardo III.Con el apoyo de Richard Neville, decimosexto conde de Warwick ("El Hacedor de Reyes"), Eduardo, mostrando ya que era una promesa en la dirección de hombres, derrotó a los seguidores de los Lancaster en una sucesión de batallas. Mientras Enrique y su reina militante, Margarita de Anjou, estaban combatiendo en el norte, Warwick dominó la capital e hizo que nombraran rey a Eduardo en Londres en 1461. Eduardo fortaleció su posición con una victoria decisiva en la batalla de Towton en ese mismo año, en el curso de la cual el ejército de Lancáster fue virtualmente aniquilado.Eduardo era un tipo popular. Warwick, creyendo que podría seguir gobernando a través de él, lo presionó para que se aliara mediante el matrimonio con una potencia europea. Edward, que parecía estar de acuerdo con los deseos de su mentor, entonces se distanció de Warwick casándose secretamente con una viuda, Isabel Woodville (posiblemente, tal como especuló un rumor contemporáneo, habiéndose casado antes con otra viuda, Lady Eleanor Talbot, incluso más en secreto). Isabel tenía un gran grupo de parientes relativamente pobres pero muy ambiciosos, y hasta la batalla de Towton, parientes Lancáster. Es cierto que estas relaciones dominaron el mercado del matrimonio y recibieron muchos títulos, lo cierto es que les dio poca tierra, que era la verdadera fuente del poder y así no suponían ninguna amenaza al propio poder de Warwick. No obstante, Warwick se ofendió por la influencia que tenían sobre el rey y estaba enojado con la emergencia de un grupo rival por el favor del rey, así que con la ayuda del desafecto hermano de Eduardo, Jorge, Duque de Clarence, el Conde dirigió un ejército contra Eduardo.La principal parte del ejército del rey (sin Eduardo) fue derrotado en la batalla de Edgecote Moor, y Eduardo fue posteriormente capturado en Olney. Las fuerzas de Warwick capturaron al suegro de Eduardo, Ricardo Woodville, y su cuñado Juan Woodville después de la batalla en Chepstow e hizo que los decapitasen en Kenilworth el 12 de agosto de 1469 acusados de cargos falsos.Warwick intentó entonces gobernar en nombre de Eduardo, pero la nobleza se mostró impaciente. Con la emergencia de una rebelión, Warwick se vio obligado a liberar a Eduardo. Eduardo no buscó destruir a Warwick ni a Clarence, sino que buscó reconciliarse con ellos. Sin embargo, poco después Warwick y Clarence se rebelaron de nuevo. Después de una rebelión fallida en 1470, Warwick y Clarence se vieron obligados a huir a Francia. Allí se aliaron con la esposa de Enrique VI, Margarita de Anjou, y estuvo de acuerdo en restaurar a Enrique VI a cambio del apoyo francés a una invasión que tuvo lugar en 1470. Esta vez, Eduardo se vio obligado a huir cuando supo que el hermano de Warwick, Juan Neville, primer marqués de Montagu, también se había pasado al lado Lancáster, haciendo insostenible su posición militar.Enrique VI fue brevemente restaurado en el trono, y Eduardo se refugió en Borgoña. Los gobernantes de Borgoña eran su cuñado, Carlos el Temerario y su hermana Margarita de York. A pesar del hecho de que Carlos no estaba al principio muy dispuesto a ayudar a Eduardo, los Franceses declararon la guerra a Borgoña y de esta manera Carlos se decidió ayudar a Eduardo, y allí reunió un ejército para recuperar su reino.Cuando regresó a Inglaterra con una fuerza relativamente pequeña, evitó ser capturado por fuerzas potencialmente hostiles afirmando su reclamación, lo mismo que Enrique Bolingbroke había hecho setenta años antes, que él simplemente deseaba reclamar su ducado. La ciudad de York sin embargo, le cerró sus puertas, pero conforme marchó hacia el sur comenzó a reunir apoyo, y Clarence (que se había dado cuenta de que su fortuna sería mejor siendo hermano de un rey que bajo Enrique VI) se reunió con él. Eduardo derrotó a Warwick en la batalla de Barnet. Con Warwick muerto, eliminó la resistencia Lancáster que quedaba en la batalla de Tewkesbury en 1471. Después de la derrota definitiva de los Láncaster (1470) y del asesinato de Enrique VI y su hijo Eduardo, Príncipe de Gales, a manos de los yorkistas (1471), Eduardo IV es coronado rey.Los dos hermanos menores de Eduardo, Jorge de Clarence, y Ricardo, Duque de Gloucester (más tarde el rey Ricardo III de Inglaterra) se casaron con Isabella Neville y Anne Neville. Ambas eran hijas de Warwick y Ana Beauchamp y herederas rivales de una considerable herencia de su madre, que aún vivía. Clarence fue con el tiempo declarado culpable de conspirar contra Eduardo y fue aprisionado en la Torre de Londres. Fue "ejecutado privadamente" (una tradición posterior afirma que fue ahogado en una cuba de vino dulce de Madeira) el 18 de febrero de 1478.Eduardo no volvió a sufrir rebeliones después de su restauración, pues la familia Lancáster había quedado virtualmente extinguida, y el único rival que le quedaba era Enrique Tudor, que vivía en el exilio. Eduardo declaró la guerra a Francia en 1475, y llegaron a un acuerdo con el tratado de Picquigny que le supuso un pago inmediato de 75.000 coronas y una pensión anual posterior de 50.000 coronas. Eduardo apoyó el intento de Alejandro Estuardo, primer Duque de Albany, hermano del rey escocés Jacobo III de hacerse con el trono en 1482, y a pesar del hecho de que cuando Gloucester invadió pudo capturar Edimburgo y Jacobo III, Albany renegó de su acuerdo con Eduardo, y Gloucester decidió abandonar su posición de fuerza en Edimburgo. No obstante, Gloucester obtuvo la recuperación de Berwick-upon-Tweed.Eduardo enfermó en la Semana Santa de 1483, pero vivió lo suficiente para añadir algunos codicilos a su testamento, de los cuales el más importante fue nombrar a su hermano Gloucester como Protector después de su muerte. Murió el 9 de abril de 1483 y está enterrado en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Le sucedió su hijo de doce años, Eduardo V de Inglaterra.Se había casado en Grafton Regis, el 1 de mayo de 1464, con Isabel Woodville (Wydeville) (n.1437-m.1492) -hija de Lord Ricardo Wydeville y de Jacqueta de Luxemburgo, duquesa viuda de Bedford-, naciendo de este matrimonio diez hijos, de los que sólo siete le sobrevivieron:Isabel (n. Palacio de Westminster, 11.2.1465 - m. Torre de Londres, 11.2.1503), que se casaría con Enrique VII Tudor. Por este matrimonio termina la Guerra de las Dos Rosas.
- Maria (n. Windsor, VIII.1466 - palacio de Westminster, m. 23.5.1482).
- Cecilia (n. palacio de Westminster, 20.3.1469 - m. abadía de Quarr, Isla de Wight, 24.8.1507), casada primero con John, vizconde Welles y luego con Tomas Kyme.
- Eduardo V (n. palacio de Westminster 4.11.1470 - m. asesinado, Torre de Londres, julio? 1483), sucesor de su padre en el trono.
- Margarita (n. palacio de Westminster, 10.4.1472 - m. palacio de Westminster, 11.12.1472).
- Ricardo (n. Shrewsbury, 17.8.1473 - m. asesinado, Torre de Londres, julio? 1483), duque de York, probablemente murió con su hermano. Se casó en 1478 -¡a los 6 años de edad!-, con Ana Mowbray (n.1472 - m. 1481).
- Ana (n. palacio de Westminster, 2.11.1475 - m. Framlingham, Suffolk, 22.11.1511), casada con Tomas Howard, duque de Norfolk.
- Jorge (n. castillo de Windsor, III.1477 - m. castillo de Windsor, III.1479), duque de Bedford.
- Catalina (n. palacio de Eltham, 14.8.1479 - m. Tiverton, 15.11.1529), casada con Guillermo Courtenay, conde de Devon.
- Bridget (n. palacio de Eltham, 10.11.1480 - m. Dartford, 1517), que fue monja.
Eduardo tuvo numerosas amantes, la más conocida de las cuales es Jane Shore (cuyo verdadero nombre era, en realidad, Elizabeth).
Tuvo varios hijos ilegítimos:
- De Lady Eleanor Talbot
- Eduardo de Wigmore (d. 1468). Murió de niño con su madre.
- De Isabel Lucy o Isabel Waite.
- Isabel Plantagenet. Nacida h. 1464, casó con Sir Thomas Lumley en 1477..
- Arturo Plantagenet, primer vizconde de Lisle (1460s/1470s – 3 de marzo de 1542).
- De madre desconocida. Especulaciones recientes sugieren que eran hijos de Lucy o Waite.
- Gracia Plantagenet. Se sabe que estaba presente en el funeral de su madrastra Isabel Woodville en 1492.
- María Plantagenet, casada con Enrique Harman de Ellam, hijo de Tomás e Isabel Harman y viudo de Inés.
- Una hija que se dice que fue la primera esposa de Juan Tuchet, sexto barón Audley.
- Tell them, when that my mother went with child
- Of that unsatiate Edward, noble York
- My princely father then had wars in France
- And, by just computation of the time,
- Found that the issue was not his begot
Su Lema real fue modus et ordo, método y orden.
Eduardo IV figura en la novela premiada, The Rose of York: Love & War de Sandra Worth. El libro ha sido destacado por su meticulosa investigación por la Richard III Society.Eduardo IV es también el principal personaje masculino en The Innocent, The Exiled y The Beloved (reeditado como The Uncrowned Queen) de la novelista australiana, Posie Graeme-Evans.Eduardo IV aparece en la novela "The Sunne in Splendour", de la norteamericana Sharon Kay Penman, publicada en 1982.Es tratado en la novela "The White Queen" de Philippa Gregory, que narra la vida de su esposa Isabel Woodville desde que se casa con él hasta que es coronado Enrique VIII como rey de Inglaterra. También ha sido adaptada para la televisión en la serie de Starz homónima.